La celebración más repetida por el jugador consiste en besar su anillo de matrimonio, en reconocimiento a su esposa Mamen Sanz. Un gesto que ha ido acompañando por un doble golpe en el pecho como dedicatoria a sus hijos.
Más recientemente el jugador añadió a la celebración un gesto en el que se señalaba el dorsal con los dos pulgares apuntando hacia su espalda.